COMO UNA GATA


La joven Alicia, introvertida y silenciosa, atravesó la puerta y miró a su alrededor extrañada. Con el sigilo y la curiosidad de una gata, se había colado en una estancia desconocida de la antigua casa familiar que había recibido en herencia su padre tras la muerte de la tía abuela Patricia. Había visitado la casa en otras ocasiones, pero jamás la había explorado a fondo. De niña le daba miedo perderse, sobretodo si hablamos del último piso, donde estaba el desván y aquella estancia misteriosa donde acababa de colarse. 

Acostrumbró rápidamente la vista a aquella oscuridad. Siempre había sentido que tenía facilidad para aguzar la vista en modo nocturno, com una gata. De hecho, por las rendijas de los pequeños ventanucos cerrados entraba un hilo de luz del atardecer. El techo caía en diagonal, de manera que la pared de la izquierda repleta de estanterías con polvorientos libros, se alzaba unos 2,70m, mientras que la pared de la derecha no debía llegar al metro y medio, y allí era donde estaban las pequeñas ventanas con postigos de madera desgastada. 

No se veía el fondo de la estancia, que por el momento parecía una biblioteca secreta. Avanzó con cuidado, sin ruido alguno, entre las mesas de madera, llenas de libros antiguos que se alineaban hasta perderse en la oscuridad.

Se puso totalmente en alerta arqueando su espalda y levantando las manos a modo de garras, dispuesta a defenderse, al notar a su izquierda una sombra en movimiento. A punto estuvo de lanzarse contra un espejo de pared dispuesto en vertical entre dos estanterías que le devolvió su imagen en posición de ataque. Se relajó de nuevo ante su error, y continuó su exploración.

Al fin llegó a la pared del fondo. Se dio cuenta de que lo que parecía totalmente negrura, era en realidad un enorme cuadro que ocupaba toda la pared, muy antiguo debía ser, ya que la figura que representaba la tela estaba como oscurecida por el tiempo, como las pinturas de las iglesias barrocas tras siglos de ser iluminadas desde la base con velas de cera. Aguzó todavía más la vista y de hecho encendió las velas de un candelabro que estaba en una mesa, para ver mejor de qué se trataba. La protagonista del cuadro era una hermosa y estilizada mujer, vestida con un traje negro del siglo XIX y un enorme sombrero negro con una pluma negra. Sus ojos negros parecían tener vida, sus rasgos, de ojos atigrados, guardaban un enorme parecido con ella misma. No era tía Patricia de joven, debía ser una antepasada más lejana. En sus brazos sostenía un enorme gato negro que también miraba directamente al frente. Los ojos anaranjados brillaban a la luz de las velas. Sintió una enorme atracción por la pintura, como si la llamara. Se acercó, lentamente...

Un ruido y un movimiento a su derecha la hizo reaccionar de nuevo. Por instinto, se abalanzó sobre el objeto de su atención logrando atrapar a un ratón que se debatía por liberarse de su mano. Lo alzó triunfante ante la imagen y pareció que la mujer y el gato le sonreían. Liberó de nuevo al pobre animal y en aquél momento supo lo que quería. 

Volvió al piso de abajo, donde su padre estaba repasando documentos de la fallecida.

—Papá, me gustaría instalarme aquí durante un tiempo. 

Su padre se sorprendió, pero tras una larga conversación, accedió, a cambio de que acondicionara toda la casa. Alicia prefería la soledad a la vida en sociedad, y convirtió la biblioteca del cuadro en su refugio, donde se dedicó a descansar en silencio, leer y escribir, bajo la atenta mirada de su antepasada y del gato, mejor dicho, de los varios gatos que adoptó y que habitaron con ella la misteriosa casa de la tía abuela Patricia. 

La escritura fluía de manera natural al permanecer en esa estancia bien acondicionada, caldeada en invierno y fresca en verano. Y con el tiempo se convirtió en una escritora reconocida. Firmaba con el nombre de Cat Lion.

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Esta es mi contribución a los 52 retos de escritura Literup. Reto 26: La personalidad del protagonista es la de tu animal preferido. Crea un relato sobre su vida en sociedad.

Comentarios

  1. Creo que has acertado en tu relato. Has hecho acertadas alusiones a la personalidad de tu protagonista, comparandola con una gata. Francamente creo que has afrontado muy bien el reto.
    Saludos

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