FELIZ AÑO DEL BUEY


Tengo tantos deseos de jugar... Me gustaría salir al prado y corretear con el rebaño, cerca de mamá. Me gustaría pastar junto a ella, y beber de sus ubres protectoras y llenas de leche tibia. Yo no sé porque el granjero me separó de mamá y me puso en una jaula estrecha y cerrada. Aunque me dé comida y agua continuamente, no es lo mismo. A veces me pinchan unas personas que parecen médicos, inoculándome medicamentos para que no enferme. 

Supongo que rara vez las personas que producen y consumen leche y carne se detienen a pensar en la suerte de los bueyes, vacas, terneros y terneras. Muchos piensan que los animales somos como máquinas, que carecemos de sensaciones y emociones, incapaces de sufrir. Pero no es así, sentimos dolor físico, igual que un ser humano, y además padecemos un gran malestar emocional. Echo tanto de menos a mamá...

De vez en cuando se llevan a los mayores, y sospecho que los matan, porque oigo sus gritos desesperados. Tengo miedo, busco a mamá con la mirada, pero apenas puedo moverme en este pequeño recinto donde me han puesto.

Tal vez me salve si me eligen para convertirme en un gran buey. Si es así, me castraran para que crezca dócil hasta llegar a ser un majestuoso ejemplar de dos mil kilos, y al cumplir los siete u ocho años me sacrificaran para vender mi carne. 

Mientras espero mi suerte, sigo buscando a mamá con mi mirada triste y desesperada, pero supongo que no la volveré a ver. Pienso en lo felices que hubiéramos podido ser de haber nacido en otra época, cuando éramos libres y pastábamos en las praderas y en las montañas, con la única preocupación de espantar las moscas con la cola. 

Si a los seres humanos no les gustara tanto la carne de buey y de vaca, tal vez sería diferente, tal vez nos hubieran dejado en paz. Cerraré los ojos e intentaré estar tranquilo.

Dos lágrimas se deslizaron por sus mejillas... Feliz año del buey

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Esta es mi contribución a los 52 retos de escritura LiterupES. Reto 7: ¡Feliz Año Nuevo chino! Relato protagonizado por un buey. 

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